lunes, 19 de diciembre de 2011

Relato triste de palabras recicladas.



Estás comenzando a leer un relato triste.

Muy triste, lo puedo asegurar.
Yo diría que el más triste.
Tan triste, que hasta los payasos sienten pena al leerlo.
Hasta los corazones más felices,
empiezan a marchitarse, cuando miran detenidamente
cada palabra, cada letra.

¿Qué?
Sigues leyendo.

Y no te importa,
cual curiosidad inunda pulmones.
¡Cuán destrozo de ilusiones!

La verdadera tristeza de este texto,
que al parecer andas buscando,
no se encuentra aquí.
Debes seguir caminando,
y la verdad será ante ti.

Hay muchas cosas tristes en el mundo.

Pero no es esa,
la tristeza que tú buscas.

Este relato no puede darte una explicación.
Nadie puede dártela.

Y la tristeza de la que este autor te habla, por medio de palabras,
se encuentra en la propia ausencia de significado,
ausencia de sentimientos,
ausencia de vida.

Dos caminos.
Una bifurcación.

Apuestas hechas, tirados los dados.
¿Sobre la mesa? Futuro y pasado.

Porque ante el gigante que espera ser aclamado,
está el pequeño, que vive para ser amado.

¿Has entendido algo? Yo no entendí nada.

Como un lector empedernido,
comprende un libro en blanco,
y escribe en él,
lo que sentía mientras tanto.

¿Lo ves ahora? La clave está ante tus ojos.

La tristeza de la que hablaba,
no sirve para nada,
pues estás ante un relato triste,
de palabras recicladas.

Omar Hamido

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cuando te hablo.



Cuando te hablo,
un ambiente cálido me rodea,
empiezo a olvidar los males,
empiezo a sentirme bien.

Cuando te hablo,
todo parece mejorar,
el nudo de mi garganta,
muere.

Cuando te hablo,
todo vale,
nada es cierto,
nada más importa,
nada más quiero.

Cuando te hablo,
no uso palabras.

Y me entiendes.

A veces no te hablo.
A veces miento.
A veces no puedo expresarme.
Y duele
Los recuerdos atacan.

Nunca te dije que te quería.
Pero siempre lo supiste, me entendiste.
Nunca te di razones para ser lo que eres para mí.
Pero lo entendiste, me entendiste.

Siento que nuestros caminos,
sinuosos cual senda tenebrosa,
se cruzan,
para luego volver a separarse.

Una encrucijada de vida,
que tengo que aguantar.

Pero lo cierto es,
que nunca dejé de hablarte,
por lejos que estuvieras,
porque siempre estuvimos juntos.

Ahora siento todo el tiempo,
el tiempo perdido,
que estuve callado,
que no te escuché.

Porque ahora, te echo de menos.

Espero que siempre lleves una parte de mi,
como yo hago contigo, en mi pecho,
en las profundidades de una vieja caja que hace bum bum,
y que nunca olvida.

Porque,
cuando te hablo,
tú siempre estás a mi lado.






"Hasta el infinito, y más allá"



sábado, 3 de diciembre de 2011

All I wanted was you.



Quiero irme.
Quiero viajar al pasado.
Quiero vivir feliz, joder.
Quiero ver una mariposa posarse en un tulipán, de los que vi de pequeño.
Quiero pasear al lado de las vías de un tren abandonado, donde sepa por donde ir.
Quiero tumbarme en el césped, y mirar al cielo.
Quiero caerme y caerme, pero nunca caer del todo.
Quiero ver todo lo que pueda ver, y lo que no, también.

La vida no para, no da ni un segundo de ventaja.
Hay que ser rápido.

Sentirme libre.
Tachar puntos de una estúpida lista de cosas escritas al azar, donde estabas tú.
Sentirme yo.
Liberar sentimientos oprimidos en una lata de sardinas pensante.

Y algún día, incluso llegar a ser feliz.

No entiendes, que la vida no nos pertenece. No pertenece a nadie.
La vida no se tiene o no se tiene, va intrínseca al pensamiento humano.

-Una sinfonía, una melodía de amor y dolor, manchada de sangre sobre un piano de cola sin teclas.

Y duele. Sin razón.

Todo lo que quería, eras tú.
Todo lo que quería, era que entendieras, que no hay nada más importante que tú.
Todo lo que quería, era que comprendieras, que estás por encima de todo, mucho más alto que nada.

El único rascacielos de mi corazón.

Que te amo con todo mi corazón y mi alma, todo lo que un humano y sus limitaciones puede hacer, y que el corazón del mismo entra en locura cuando no está frente al tuyo.

Pero quizás pedí demasiado.

No todos podemos dar lo mismo. No todos podemos dar lo que el otro quiere.


Y estaba harto.