jueves, 27 de diciembre de 2012

Montañas






Estoy perdiendo la vista de mar,
para reemplazarla con vista de montañas.
Lloro arena fina...
me empapo de pena en mi sequía.




miércoles, 26 de diciembre de 2012

Tus cuatro estaciones




En primavera,
intento no perderme en tu mirada,
porque caería preso de tu aroma,
y sería tuyo.

En verano,
intento llenar mi mente
con el canto de amor de las cigarras,
para compensar tu ausencia.

En otoño,
trato de seguir la maniobra de las hojas al caer,
en silencio,
hasta volverme árbol, desnudo.
Tu indiferencia me devora.

En invierno,
el frío quema, y el fuego hiela,
el viento disipa la niebla de mis dudas.

Emigran las aves... y tú,
con ellas.



(Imagen por: http://browse.deviantart.com/?q=birds&offset=48#/d27pjav)

martes, 25 de diciembre de 2012

Autolectura comprensiva




Nunca he tenido respeto por mi caligrafía.
Mi obra es sin duda causa del desequilibrio gramatical
propio de un iluso.

No conozco cohesión alguna,
ni orden lógico,
ni siquiera me apoyo
en razones.

Palabras banales,
estridentes, escribo,
emborronando el papel,
saliéndome de los márgenes.

Grafías y fonemas discordantes,
una ironía superior,
y un ego exacerbado.

Un perfecto embrollo,
una orgía de palabras,
mil y un significados elípticos
y algún que otro, diptongo perdido.

Párrafos torcidos,
caligramas mal delimitados,
lectura,
a ritmo de jazz,
swing,
y metáforas dispuestas
a cada esquina.

¿Poesía?

Al final del bolígrafo, no veo más que un papel con dudas...
Nunca he tenido respeto por mi escritura.




miércoles, 19 de diciembre de 2012

Planes



Podría acercarme hoy a la ventana,
a perseguir lo que me queda,
pero lo dejo huir.
Podría mirar a los tenderos con nostalgia
y a trajeados por encima del hombro.
Podría estar toda una vida esperando un accidente
que dotara la monotonía gris de algo de color,
azul.

Podría estudiar las notas de una melodía,
podría cantar poemarios en las alcantarillas
y llegar a comprender el corazón de las ratas,
podría sobrevolar el humo tóxico
y dejar pasar la desidia por la ventana,
saltar la vida y disfrutar la muerte idónea,
con premeditación.

Podría amar, podría escribir poemas,
podría pensar cuentos para niños
e historias para necios, vivir vidas anacrónicas,
llorar el tiempo y ganar mentiras.

Incluso,
podría perseguir mi recuerdo aún vivo,
y olvidarlo.

Podría,
pero he olvidado lo que quiero.




(Imagen por: http://browse.deviantart.com/?q=shade&offset=144#/d27dv84)

jueves, 15 de noviembre de 2012

Niebla



En una de esas mañanas de domingo,
me he visto despertar.
Qué injusticia, pienso.
Ni siquiera me han dejado elegir,
lo que quiero.

Qué injusto,
qué injusto.

Me levanto a hurtadillas,
todos están durmiendo.

Quiero mirar por la ventana,
pero está oscuro, no veo más allá
de la farola que intenta revelar la noche
pero no puede,

qué injusto.

Miro el reloj,
aún es temprano,
quiero descansar,
pero no puedo.

No puedo moverme,
no puedo ver,
no puedo entender.

Las nubes se arremolinaban
en torno a mi cielo,
buitres
en busca de mi esencia en agonía...

Yo no soy yo.
Ya no soy yo.

Y, para ser sincero,
no creo que nunca haya llegado a serlo,
o a tener la lucidez para darme cuenta...

Qué injusto.


(Foto por: http://browse.deviantart.com/?q=foggy&offset=192#/d1ozgrv)


Dvina




Y ya por aquel tiempo buscaba
el punto muerto en la ventana.

Encandilado, absorto

en la melancolía respirada
por la rendija de la ventana
que me separaba del amor.

El río,

que desechó su esencia de río,
para ser red,
donde quedaron atrapados
mis bisoños poemas...

Me llamaba...

Canto de sirenas
sobre el cielo triste y gris,
reflejo del mismo río
que una vida se llevó,
al igual que la mía quería...

Dvina,

sobre ti me cernía,
y a ti me arrojé,
en alma y mente,
como Ganivet se entregó
a tus mansas aguas
recibiendo la liberación,
tan temprana...

Te pertenezco desde que mis ojos

se zambulleron en tus profundidades,
al igual que tú a mí,
hasta que vuelva a reencontrarme
y mi alma vuelva a mostrarte.

Y ahora, día tras día busco

el punto muerto en la ventana.

Pero no lo encuentro.




(Foto por: http://browse.deviantart.com/?q=riga+river#/d172hen)


jueves, 4 de octubre de 2012

Sombra bajo el árbol




En el bosque,
había una.

En el bosque,
aquel lugar llano,
entramado de árboles
y hojarasca seca,
había una.

En el bosque,
lugar de nacimiento
de mis desdichas,
y de las alegrías menos esperadas,
y lugar de pensamientos
inacabados,
se encontraba.

En el bosque,
morada eterna
de alma y pensamientos,
dentro de mi predilección
al nomadismo,
se hallaba,
oscura, borrosa.

Sombra.

Sombra que acechaba
mi mente en las noches
de un septiembre cálido,

sombra que ahora busco,
sombra que ahora quiero
tener cerca.

Sombra,
que entra al bosque,
que perpetra el descanso
nunca antes hallado,
y que busca morar en él.

Sombra,
que quiero esclarecer,
quiero ver tu rostro.

Sombra,
voy en pos de ti.



(Imagen por http://dpressedsoul.deviantart.com/art/I-Dreamt-of-a-Snowy-Forest-285416020)

sábado, 15 de septiembre de 2012

Búsqueda




Busco.
Busco perder.
Busco perder lastre,
saltar colinas sin preocupación.
Y busco.
Busco salir.
Salir de los sinsentidos,
encontrar un agujero, un
agujerito,
por el que escapar,
sortear los muros
que solían asustarnos,
los límites válidos
y los miedos y terrores
internos.

Y yo sigo,
busco,
y maldigo
mis amores idílicos
mentales,
y bendigo,
amores secretos,
profundos,
vírgenes...

...y bendigo
mi búsqueda
y mi pérdida
en el camino.



lunes, 27 de agosto de 2012

Torre I




En la penumbra que se alzaba
entre las dunas,
una figura recortada en sombra
se encontraba,
interrumpiendo el gélido paraje
del desierto de la noche.

Un hombre en pie
alto, al viento,
dejando todo su contacto
con el mundo
flotar,
volar.

Sus ojos
fieros,
un azul
de bombardero.

Un escrutinio a medianoche
reveló, la situación crítica,
y el espesor en el aire,
ahogando a muerte
a los que han perdido el camino.

Un cinturón
que, a la orden de paso,
oscilaba dos armas de fuego,
su destino,
y su obsesión.

El pistolero,
entonces,
dormía pensamientos
mientras acaecían peligros,
esperaban tentaciones.
Asesino del calibre cuarenta y cinco,
las manos de un hombre
cuya percepción de la realidad
está basada en la experiencia
y en la búsqueda de por vida.

Torre, despierta.

Infinita la noche
que ya en su esplendor se veía,
el reposo del Caminante de los Mundos
había perpetrado.

Incansable, decidido
a seguir con su búsqueda
y destino,
su mirada,
azul, de bombardero,
quedó atrapada en la estancia
que daba razón a su contienda.

Lejana, pero perfectamente visible,
se erguía, lo llamaba
casi rogando
un forastero que acabara
con lo que un día, se había empezado.


El mundo se ha movido.






-Poema basado en la novela de Stephen King, "La Torre Oscura"

sábado, 25 de agosto de 2012

Ensoñación vespertina




Desde el dichoso día,
marcado en rojo en el calendario
con un desdén
indiferente,

desde el esperado día,
encontrado en sueños
y entramados mentales
en los que baso mi potente
insomnio,

desde el ominoso día,
en el que mi mente
buscó en su revés
un conocimiento inexistente
y encontró, por el contrario,
su inminente desequilibrio,

desde el maldito día,
en el que la carne
denegó su espíritu
y rehusó la razón
y se retorció hasta la
rotura del último ligamento
imaginario
que lo mantenía apresado

desde el imborrable día,
en el que el jefe Gris
y sus matemáticas neuronas
cometieron un fallo,
un número falso
al elevar a la decimotercera potencia,
una errata cualquiera
en una máquina imperfecta,
la cual, la razón procesó
en un milisegundo,
convirtiéndolas para desgracia
de este narrador
en palabras, y más tarde
en hechos,


O lo que es lo mismo, a todo lo anterior:

desde el maldito día,
en que metí la pata,

mis vívidos recuerdos
son parte de un ayer lleno de fallos

y mi mera presencia
me vale,
para formar un mañana
de pensamientos ficticios
en el que humildemente,
la joda,
y no me importe un ápice.



(Imagen por: http://simanion.deviantart.com/art/Think-Outside-The-Square-43566878)

viernes, 27 de julio de 2012

La buena vida.




Me gustaría irme.
Retirarme.
Aceptar un trabajo,
cuya única cláusula
fuera admirar la vida.

Me gustaría andar
de un lado a otro
del mundo,
y cantar a los árboles
en la noche.

Me gustaría sentir
la tierra bajo mis pies,
como parte de un ecosistema
estudiado.

A veces,
me gustaría colgarme la mochila,
y morir para todos,
y vivir para mí.

Y me gustaría
saber mirar más allá,
entender todo lo que no entiendo
y lo que sí entiendo,
crecer una barba descuidada
y sobre todo,
nunca escribir punto y final.

Hacer de mi libreta un compañero,
hacer de cada lugar un refugio,
de cada persona, un recuerdo,
y de cada recuerdo
un hueco reservado
en el alma.

Llorar el dolor,
y olvidar su significado.

Y buscar en este mundo,
con la mochila llena de piedras
e ilusiones,
la buena vida.



(Imagen por: http://yondus.deviantart.com/art/old-age-129839769)

jueves, 26 de julio de 2012

El paradero de la araña políglota.



Antes de nada, una cita aclaratoria.


El saber del no saber,
conocimiento de los límites
con los que pueden topar
nuestras narices.
_______________________________________________________________





¿Quién puede sospechar,
quién puede sospechar del mismo aire,
cuando pasa rozando la ignorancia?

En el pueblo todo era una locura,
por aquí, aire, por allá aire.

Los habitantes escaparon,
escaparon más allá de la monotonía de sus historias,
salieron de las páginas de papel
de un periódico matinal,
dejaron entreabierta la puerta del quehacer,
para entrar en la del misterio,
entrar en una antigua cabina de teléfono,
para encontrar al viejo Sherlock que moría,
inactivo,
sin lupa ni bombín.

Las neuronas volaban de un lado para otro,
rebotaban en las paredes óseas,
que delimitan su universo.
Todos en el pueblo
buscaban una explicación
a la que nadie podía poner punto y final.

El interrogante residía en las afueras,
una pequeña casa,
de apenas un palmo de ancho,
y otro palmo de alto.

El pelotón de vecinos y curiosos
sólo dejaba al descubierto un cartel
que rezaba un mensaje,
en letras cuidadas y llenas de florituras,
aunque
inteligible.

La única pista factible,
los llevaba al comienzo,
comienzo de comienzos,
que hacen de esta historia,
un burdo resumen,
más un insulto.

La desaparición de aquella araña,
provocada por
la sublimación del cuerpo,
las hojas de los árboles,
la vieja de la esquina,
o el hombre del gas, que miraba raro.

Fuera.
Fuera lo que fuera.
Algo tenía que haber sido.
Alguien tenía que haber sido.
Artífice de un crimen perfecto,
sin puntas deshilachadas
de las que ir tirando.

Hasta el mismo momento,
Hasta el mismo momento cuando lo dijo.
Hasta el mismo momento cuando alguien dijo: 

"Será, que no sabemos suficiente."

Y entonces, de alguna manera,
entendieron el cartel,
entendieron el misterio.

Grito a la humildad, al conocimiento de los límites,
grito a la ignorancia y a la sabiduría del no saber,
que llegó traducido a mil y un idiomas,
a los oídos y al alma,
y el aire transportó los sonidos,
como susurros en los oídos,
como una araña,
políglota,
que nos habla para que entendamos.

Porque...


            ¿Quién puede sospechar,
            quién puede sospechar del mismo aire,
            cuando pasa rozando la ignorancia?




(Autoría de texto: Omar Hamido
Autoría de foto: http://markbulahao.deviantart.com/gallery/26454346#/d32hi4o)

miércoles, 27 de junio de 2012

Prender el mundo



Miedo.
Llanto.
La desesperación domina las calles.
La urbe que se alza ante mí, desaparece.
Caen los edificios, las casas, los negocios más pequeños,
y los que aún no se habían asentado.

Caen, en picado,
con gracia, de forma extrañamente irónica.
Los escombros en el suelo, demuestran la magnitud
de la catástrofe.

El suelo se estremecía,
añoraba y lloraba los días en los que de joven,
seguía con encanto las pisadas de quién fuera,
sin importar cuánto poseyera.

Añoraba y lloraba cuando podía sentir la brisa,
antes de que el gris matara al verde,
y cuando los más altos rascacielos eran las secuoyas.

En la estación,
el óxido parasitaba el viejo metal de los trenes abandonados
que en un día de tristeza vieron las vías por última vez.

La gente corría frente a mis ojos,
intentando evitar los desprendimientos para ponerse a salvo.

En la radio, sonaban los últimos acordes de "La Vie En Rose"
La maravillosa voz de Edith Piaf se alzaba por todo el panteón del horror,
en un contraste mágico.

A través de la vidriera,
el cielo color ceniza y un Sol rojo intenso,
dejaban ver el espectáculo.
La caída del mundo.
El fuego.
Las ruinas.

Sobre la hierba amarillenta, se alzaban cadáveres, tumbados.
Unos iban de traje y corbata, casi listos para un meeting político en aquel instante.
Más allá, otros presentaban el atuendo típico campestre,
una familia que había venido a la ciudad a vender patatas a un precio inhumano.

Todos estaban tumbados.
Sin dinero ni estatus político.
Sin diferencias, como iguales al fin.

Y mientras todo aquello se iba a la mierda,
yo, en la estación,
mirando a través de las imponentes vidrieras,
sonreía.


El mundo se estaba desprendiendo de sí mismo.
¿Quería el mundo realmente darnos una lección?
¿O simplemente estaba aburrido de dejar las cosas estar?
No.


El mundo había cambiado las tornas,
porque nos tragamos nuestro orgullo y dijimos sí ante el temor.

El mundo había cambiado las tornas,
porque nosotros mismos, un maldito día, decidimos prenderle fuego.




Cruce de caminos




Empieza lento el izquierdo,
le sigue perezoso el derecho.

Serie de movimientos reiterados,
que hacen de tu existencia, una vida.

Andares desgarbados,
inseguros,
pero siempre manteniendo
arrogancia, y una pizca de elegancia.

Lento caminar,
para nunca parar.

No importa el camino,
no importa la dirección o destino.

Lento caminar,
para nunca parar.

Hacernos súbditos del tiempo,
y de sus agujas milenarias
aprender el mundo.

Hacernos súbditos del viento,
y convertir su siempre fiel aire,
en costumbre.

Andar hasta el alba,
y hacer de cada segundo una historia,
un camino de recuerdos,
que se cruzan jocosos en la mente.

Seguir una serie de movimientos reiterados,
que hacen de tu vida, un camino...
que hacen de la vida, una historia.



(Imagen por pinkparis1233: http://browse.deviantart.com/?order=9&q=way&offset=0#/d17z12x)

martes, 29 de mayo de 2012

¿Hay alguien ahí fuera?





¿Hola?

¿Hola?
¿Hay alguien?
Nadie contesta...



¿Hay alguien ahí?
¿Hay alguien ahí?



La voz de la inocencia resuena,
tenue, e insegura,
hace de telón, o muro,
te oculta la verdad.

La voz de la experiencia
se hace oír,
fuerte, firme,
base de tu razón,
convenciéndonos de que es,
el máximo exponente humano,
sabiendo el saber,
olvidando el hacer.



¿Hay alguien ahí?



En palabras del miedo
nos aferramos y vivimos,
engañados y agazapados,
que ante todo lo indefenso,
está lo indefendible.

Mira al cielo,
y dime,
por qué las bombas no lo han hecho estallar.

Míranos,
y dime,
cuántos ladrillos hay a nuestro alrededor.



¿Hay alguien?
¿Hay alguien ahí?



Coro de muertos,
entonando réquiems,
a la rutina de un vivo.

Voces de locura,
eco de tambores isorrítmicos,
y melodías dodecafónicas,
dictan hechos políticamente incorrectos,
mentiras camufladas,
muertes manchadas de dinero.



¿Hay alguien ahí?
¿Hay alguien ahí fuera?



Millones de voces
hay en el mundo,
tantas como ladrillos
alrededor de nuestras vidas.


¿Has visto a toda esa gente asustada?


Podemos preguntar,
pero no responder.

No hay verdad en estas voces,
están afónicas de gritar
frente a una pared de ladrillos.




¿Hay alguien ahí fuera?



¿Hay alguien, ahí dentro?









(Imagen por: http://uturo128.deviantart.com/ )

domingo, 25 de marzo de 2012

Más allá de ti.



El tacto de una flor silvestre,
con todo el campo por delante.
La brisa moviendo mi pelo,
y disipando marañas de ideas.

El agua sonando cerca;
un pequeño arroyo.

Sol;
Inmenso.
Calienta nuestros brazos desnudos.

Volver al origen, y olvidar toda experiencia.
Revivir la vida, y darte otra oportunidad.

Tu mano me apretaba fuerte.
Y en este recuerdo la siento ahora.
Desvanecida.

Percibir melodías inexistentes,
disonancias vitales y armonías imposibles;
mi vida.

Estando sin ti, y contigo.

El tiempo transcurría,
pero no me daba cuenta.

Ahora me veo en aquel arroyo.

Mi reflejo en las aguas que vi aquella vez.
Sin ti, y contigo.

Las ondas distorsionan el reflejo, el recuerdo,
y me engañan, me confunden y atrapan.

Los pájaros pían al son de un sitar, que suena lejano.
Lejano pero continuo, melodía de un corazón,
penetrando en mi alma.

Cada nota buscaba sentido.
Cada nota escondía un secreto.

Un grito ahogado al otro lado del mismo mágico arroyo.
Y todo se volvió nada.

Silencio. Tiempo arrebatado a nuestros corazones.

El crecimiento de un árbol en mil años,
tornado a segundos.

Todo al revés,
un revés girado sobre sí mismo.

Vagos recuerdos, alzándose sobre el mundo.

Pero quedó el coraje, y el sentido,
que me determinan.

Contigo y sin ti.


martes, 13 de marzo de 2012

Trezidavomartiofobia.



Impotencia,
como arena que escapa entre nuestros dedos,
sentir que no hay nada que puedas hacer,
y querer dar mi ser y no ser por cambiarlo todo.

Ahora recuerdo frases desvaneciéndose en el pasado.
Olores, tactos, sentimientos.
Lo vivido en un pasado, es presente si se tiene en mente.

Shhh.
Todo el mundo habla muy fuerte.
No quiero escucharlos.
Yo sé lo que sé.
Yo soy, lo que soy.

No quiero aprisionar más pensamientos en una caja.
No quiero dejarme llevar y atropellar malos momentos en mi imaginación.
Pasar y pisar por cada una de aquellas idiotas decisiones,
que hacen ahora tu vida, y ríen en silencio, en la penumbra.

¿Has oído eso?
Risas. Carcajadas.

Ríen y callan, al mismo tiempo.
Oyen lo que quieren oír, hacen lo que te duele.
Porque lo saben. Mejor que nadie.

Y aguantas a cara de perro todo lo que te venga encima hasta que ¡YA BASTA!
Bum.
Bum.

El eco de tus silencios llega a mis oídos,
y sólo puedo dejarlo ir, sin hacer nada.


Escapa como arena entre mis dedos.



viernes, 2 de marzo de 2012

Tan lejos, y tan cerca.



Pensamientos aprisionados.
Explosiones y arrebatos de pasión.
Amor a raudales.

Pérdidas de memoria, instantáneas, contacto visual.
Alma junto a alma.

El amor carnal se desvanece en el espacio,
contando los kilómetros entre dos imanes latentes,
que se enfrascan en un bum, bum.

Música en un vinilo, que guardo en mi cabeza,
recuerdan tu voz en mi oreja,
susurros en el viento.

Entre tus brazos estar,
entre los míos tenerte,
secuestro permitido,
en la jaula de lo querido.

Y sólo palabras decir,
sin aparente significado,
pero llevan en sí,
el estar a tu lado.

Amo te.


11/2/12 Toda historia tiene un comienzo.

jueves, 23 de febrero de 2012

Petrópolis.



Mirarte a los ojos.
Sentir tanto, que cada pedazo de carne de mi cuerpo,
tiembla, y te quiere con él.

Recorrer tus mejillas haciendo surcos en el aire,
notando tu suave tacto en mis dedos.

Entrelazar las manos.

Notar mi corazón volar, junto al tuyo, lejos,
en un lugar donde nada es todo y todo es nada.

Pensar qué decir, y elegir el silencio.
Y entenderte, en cada movimiento.
Siempre cerca de mi.

Aprieto mis dedos, y mi mente se estremece,
al oír la respuesta de tus latidos.

El atrevimiento es sólo un juego,
pero surge, cuando menos se espera.

El corazón me manda, y sólo puedo mirar tus ojos.
Sentirme cálido, en paz a tu lado.
Y que nada más importe, más que tú.

Decir un "te quiero" quebrado,
pues son las palabras más sinceras,
que jamás salieron de esta boca.

Y besarnos, no importa donde,
pues eres tú, la única habitante de mi corazón.

Agarrarte bien fuerte, y marchar lejos, muy lejos,
más allá de las montañas, y los mares.
El mundo perdido de los dos,

del que tú, tienes la llave.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Un segundo de reloj. (A tu lado)



Nada me haría más feliz,
en aquel momento.

Mirar aquellas estrellas,
aquellos diamantes opacos,
razón de montones de guerras,
donde murieron mil soldados,
de la mente y corazón.

No cambiaría nada.
Y créanme, cuando digo nada,
pues no en vano utilizo un término tan abstracto.

Un sólo gesto.
Un mínimo movimiento.
Una suave brisa por mi nuca, y mi espalda.

Un viento nuevo,
un pasodoble,
un movimiento de muñeca,
automático.

Parálisis cerebral,
pensamientos aletargados.

Corazón desbocado,
sentimientos agolpados.

BANG.

Ocurre.
Ya está hecho.
El tiempo sólo pasa una vez.

La manecilla no se detiene,
un mecanismo puramente establecido,
sin fallas.

Carne sobre carne,
labio sobre labio, y corazón en la mano.

Implosión de sentimientos hacia fuera,
y hacia dentro.

Salpicados en manchas ininteligibles.

Palabras de amor a la nuca,
oído de los amantes,
como amantes los que aman,
los que viven, y no trucan.

Describen por inercia mis manos temblorosas,
un beso, una historia, un momento.

El segundo, que cambió las cosas.


(Ahora, puedo gritarle al mundo que te quiero)

domingo, 5 de febrero de 2012

Descalzos.



Miro el agua correr,
miro a la gente pasar,
miro el Sol,
miro las estrellas,
de noche, y de día.

Busco reflejos inexistentes,
en el agua en movimiento,
que me engañan y confunden.

Busco una fuente de magia,
un lugar donde encontrarme,
un lugar donde encontrarte,
un lugar donde nosotros seamos realidad.

Quiero sostener tu mano, quiero sentirla muy fuerte.

Encontrarme descalzo,
a las orillas del Támesis,
acompañado en pies y manos,
por tu aliento.

Sentir tu cálido aliento en mi nuca.

Quiero seguirte al fin del mundo.

Quiero un "nosotros".

Te quiero, junto a mí,
una tarde cualquiera.


Descalzos sobre el Támesis.

domingo, 15 de enero de 2012

Cartas de un futuro encaminado.



Abro la vieja carpeta de dibujos.
¿Dibujos? No sé dibujar.
Aún así,
sobre los trazos de mi bolígrafo y mi mala caligrafía,
plasmados se encuentran.

Historias imposibles.
Amores complicados.
Tonterías plausibles.
Trenes desbocados.

Todo se reduce a elegir.

El tiempo se detiene.
Mentira.

Espera ser útil, pero es desaprovechado.
Miles de opciones sin significado.

Fuera llueve.
Quería sentir la lluvia, pero tenía que elegir.
Hacer una elección, que determinaría mi futuro.

Dos vidas posibles. ¿Dos?
Miles. A cada elección.

Desechamos posibles vidas.
Perdemos posibles recuerdos. Ganamos otros.
Quizá mejores, quizá peores.

Se puede decir, que eso es escoger.

Perder para ganar. Ganar para perder.

Recibir cartas, de un futuro encaminado.

Ahora, estás en una habitación.
Pequeña. Oscura.

Espera. No te muevas.
Ves una tenue luz que deja pasar una opaca ventana.

Una partida de póker.
Un viaje de ida.
Una gota de lluvia en el cristal.
El vaho de una mañana invernal.

Recuerdos de una vida inexistente.
Cartas de un futuro que no verás.

Foto: York, Inglaterra.