jueves, 27 de diciembre de 2012

Montañas






Estoy perdiendo la vista de mar,
para reemplazarla con vista de montañas.
Lloro arena fina...
me empapo de pena en mi sequía.




miércoles, 26 de diciembre de 2012

Tus cuatro estaciones




En primavera,
intento no perderme en tu mirada,
porque caería preso de tu aroma,
y sería tuyo.

En verano,
intento llenar mi mente
con el canto de amor de las cigarras,
para compensar tu ausencia.

En otoño,
trato de seguir la maniobra de las hojas al caer,
en silencio,
hasta volverme árbol, desnudo.
Tu indiferencia me devora.

En invierno,
el frío quema, y el fuego hiela,
el viento disipa la niebla de mis dudas.

Emigran las aves... y tú,
con ellas.



(Imagen por: http://browse.deviantart.com/?q=birds&offset=48#/d27pjav)

martes, 25 de diciembre de 2012

Autolectura comprensiva




Nunca he tenido respeto por mi caligrafía.
Mi obra es sin duda causa del desequilibrio gramatical
propio de un iluso.

No conozco cohesión alguna,
ni orden lógico,
ni siquiera me apoyo
en razones.

Palabras banales,
estridentes, escribo,
emborronando el papel,
saliéndome de los márgenes.

Grafías y fonemas discordantes,
una ironía superior,
y un ego exacerbado.

Un perfecto embrollo,
una orgía de palabras,
mil y un significados elípticos
y algún que otro, diptongo perdido.

Párrafos torcidos,
caligramas mal delimitados,
lectura,
a ritmo de jazz,
swing,
y metáforas dispuestas
a cada esquina.

¿Poesía?

Al final del bolígrafo, no veo más que un papel con dudas...
Nunca he tenido respeto por mi escritura.




miércoles, 19 de diciembre de 2012

Planes



Podría acercarme hoy a la ventana,
a perseguir lo que me queda,
pero lo dejo huir.
Podría mirar a los tenderos con nostalgia
y a trajeados por encima del hombro.
Podría estar toda una vida esperando un accidente
que dotara la monotonía gris de algo de color,
azul.

Podría estudiar las notas de una melodía,
podría cantar poemarios en las alcantarillas
y llegar a comprender el corazón de las ratas,
podría sobrevolar el humo tóxico
y dejar pasar la desidia por la ventana,
saltar la vida y disfrutar la muerte idónea,
con premeditación.

Podría amar, podría escribir poemas,
podría pensar cuentos para niños
e historias para necios, vivir vidas anacrónicas,
llorar el tiempo y ganar mentiras.

Incluso,
podría perseguir mi recuerdo aún vivo,
y olvidarlo.

Podría,
pero he olvidado lo que quiero.




(Imagen por: http://browse.deviantart.com/?q=shade&offset=144#/d27dv84)